El Mito de Desaparecer

Entre mis colegas poco a poco Enrique Vila Matas y Roberto Bolaño se han convertido no sólo en escritores totem, sino además en fetiches. Yo mismo estaba fascinado con los escritores fantasmas, al grado de querer convertirme en uno así. (Infrarrealismo, detective, salvaje, ironía, ausencia, emergencia, y sujeto eran palabras que escurrían por la boca). Nada me desagrada más que verme en el espejo maquillado según tal o cual moda. Por eso esto: este regurgitar una reflexión que alguna vez cargaba pero que nadie quería escuchar (¿por qué? no sé, tal vez porque el fetichismo prescinde de toda posición crítica, llama a la ciega fe).
Culturas como el budismo, el taoísmo y hasta los místicos cristianos han admirado a través de los siglos a aquellos que se separan del mundo. Es todo lo opuesto al ritmo de nuestro devenir actual, en el cual se da una angustiosa necesidad por perseverar sobre lo efímero de lo cotidiano. Persistir, sobrevivir a la indómita moda de ser-humano (Houellebecq en Partículas Elementales nos denuncia: los humanos somos obsoletos, viejos aparatos caducos). Siempre me pareció que la vena por la cual emergía el impulso de desaparecer en Vila-Matas y Bolaño se debe a una nostalgia por el romanticismo: pero un romanticismo falseado. El "nous ne sommes pas au monde" de Rimbaud no es una pista, sino un desvío: Rimbaud no huye, busca.
La desaparición (palabra que apesta a Perec) de sí mismo, en Vila-Matas y Bolaño, me parece que representa una desviación de la vieja idea del doppelganger. Los personajes ausentes, la desaparición del personaje, la mutación de identidad, son figuras y temas que convergen en la sublimación del otro, de lo otro: ya sea el escritor admirado, el escritor voyant, o bien el texto (sublimación del texto a nivel de sujeto).
En un ensayo sobre Cortázar, Ana María Hernández rescata el concepto de "camaleonismo" utilizado por John Keats, concepto éste que puede clarificar algunos de los "juegos" del escritor español y del chileno. El concepto de Keats es el símbolo por excelencia de la falta de identidad: perder y encontrar otra imagen, para el "camaleón" es un proceso por el cual se destruye la diferencia entre él y el objeto.
Este concepto, este vínculo por establecer entre Bolaño, Vila-Matas y Keats, podría conducir al tema principal: el fetichismo hacia un cierto escritor voyant (sea romántico o sea de "vanguardia") en las obras de estos dos hispanoescritores: Robert Walser y Archimboldi son versiones contemporáneas de Virgilio.
Recupero la idea: el camaleón puede ser cualquier cosa, pero eso lo desaparece, lo margina. Ir hacia los otros es perder la identidad. Sólo la analogía (como figura) lo haría prevalecer. El camaleón busca desaparecer las diferencias entre él y el objeto.
¿Quién es "Él" y cuál es el "objeto" en cada uno de los autores? Eso, queridos lectores, lo pienso pero ya no lo escribo. Basta terminar por ahora, aquí.
Comentarios
Gracias de antemano...
Pepe
Pepe: pues si te interesa, y si escribes algo acerca de esto (o Cortázar), hay que seguir en contacto... hay una revista en donde puedes participar: losperrosdelalba.
salu2